domingo, 16 de abril de 2017

Por y para mi.

No hay nada más egoísta que centrarse en uno mismo, pero al fin y al cabo es lo que queda, no mover un sólo dedo por nadie.
Esperar algo de la gente es uno de los mayores fallos que cometemos pero no aprendemos, volvemos a pensar lo mismo de personas diferentes y siempre nos llevamos un chasco aunque la verdad que, cuando encontramos a esa persona que nos muestra algo y es lo que esperamos creemos que no es verdad, que no debemos seguir, que debemos cortar con eso... por miedo.
El miedo lo único que hace es hacernos perder oportunidades, oportunidades que valen oro para luego arrepentirnos, pero así somos, demasiado tontos.





Si cuando puedes no quieres, no llores cuando quieras y no puedas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario